Antes de que todo acabe...

Un espacio para la reflexión: "Los límites del lenguaje de una persona son los límites de su mundo..."

miércoles, septiembre 20, 2006

16 de Septiembre

Y a pesar de todo, de la lluvia, del sol, una vez mas seguíamos ahí, regocijándonos, identificándonos. Después de todo había motivos sobrados para estar animados, la Resistencia Civil Pacifica no cejó en su empeño de aguantar los feroces embates de "comunicadores", "intelectuales", la gente "bien", curas, empresarios, de la misma clase mediamasmasjodida y de un largo etc., no se cansó de gritar que en este país hubo un fraude, un atraco, el 2 de Julio del 2006, y de que Felipe Calderón es en realidad un ladrón y un enano, en muchos aspectos, al que le quedaría grande la Presidencia y los problemas que este país tiene. Hubo Resistencia Civil Pacifica hasta en el desfile pitero del ejercito globero y maraquero. Y la celebración del 15 de septiembre en el Zócalo volvió a ser del pueblo. Y el 16 volvimos a regresar, y volvimos a desbordar el Zócalo, el centro de nuestra identidad nacional, el corazón político y religioso de la gran Tenochtitlán; "esta plaza ya nos queda chica" decían algunos, "necesitamos mínimo uno y medio Zócalos mas" decían otros, ¿qué importa ya si fuimos 1.1 o 1.4 millones de personas?, ¿qué importa que la Televisa de "Lucerito Pistolas" se haya llevado la gala de las "estrellas", de la farándula, del circo, al estado de Guerrero y qué importa que haya borrado del mapa al Zócalo de la Ciudad de México durante la transmisión de su "Noche Mexicana"?, ¿qué importa todo eso si nuestro movimiento seguía con el mismo impulso que el que tenia cuando inicio hace ya mas de dos meses?

El país esta en medio de una crisis política y social que no se sabe a ciencia cierta hacia donde va, y yo solo atino a decir que a aquel que ha estado diciendo que ya es tiempo de acuerdos y de ponerse a trabajar por el bien del país (aunque también parece que padece del síndrome de la Chimoltrufia porque como dice una cosa dice otra), se le olvida que hay millones de personas que no creen en nada y en nadie, y esos grandes sectores de personas insatisfechas, y en algunos casos llenas de rencor e ira en contra de los señores del dinero y de aquellos que viven regularmente bien, pueden identificarse perfectamente con la idea de crear una nueva República, un nuevo sistema político sin los excesos y agravios que ha cometido la actual clase gobernante y que no seria muy distinta al grupo encabezado por Felipe Calderón. Aun dudo, pero no descarto, que lleguemos a una revolución armada, tendría enormes costos para todos los sectores, de lo que no tengo duda es de que puede estar comenzando una revolución de conciencias, de ideas.

Pero el odio y el rencor ahí están, en millones de personas que carecen de todo tipo de oportunidades a las que el discurso de la Foxilandia feliz no les quita el hambre y por el contrario atiza el descontento.

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