A propósito de intelectuales...
Esta columna salió de hace algunos días pero viene a colación con eso de los "intelectuales"
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Pedro Miguel
- "Usted disculpe..."
- "Hmido, cuatro años preso "Miéntame la madre, pero no me llames intelectual"
La Vanguardia de Barcelona registró en una edición de febrero de 2002 la presencia de un ciudadano español originario de Ceuta entre los prisioneros que ya para entonces se encontraban en jaulas para ganado en los campos de concentración de Guantánamo. Decía el resumen de la nota: "El descubrimiento de que entre los combatientes de Al Qaeda apresados por Estados Unidos en Afganistán hay un español ha alertado a las fuerzas de seguridad, que investigan las conexiones de integristas ceutíes con grupos de Marruecos". Eran tiempos difíciles para la Península. La Moncloa era habitada por ese mismo burro sangriento que hace unos días propuso que la OTAN bombardeara Líbano, y tal vez por eso la autoridad no se preocupó gran cosa por preservar la integridad de un ciudadano y puso todo el empeño en investigar a los malos. Madrid envió una manada de detectives a ese enclave en el norte de Africa para que pusiera al descubierto la supuesta telaraña de complicidades entre Al Qaeda, el talibán, los terroristas paquistaníes y el integrismo del movimiento tablí que florece en la localidad marroquí de Ksar Kebir. Mientras tanto, los vecinos del barrio del Príncipe Alfonso, en Ceuta, iniciaban una campaña para pedir la repatriación del secuestrado y demandaban al gobierno que informara algo a la familia.
Hamed Abderrahamán Ahmed tenía entonces 27 años. No lo sabía, pero le esperaban otros cuatro con cinco meses -una bonita condena-, la mitad de ese tiempo en Guantánamo y el resto en su propio país, antes de que el Tribunal Supremo de España lo exculpara por falta de pruebas, cosa que ocurrió este martes. En ese tiempo vivió los horrores del campo de concentración en el Caribe y Baltasar Garzón lo procesó por su supuesta pertenencia a Al Qaeda. El año pasado, Hamed, conocido también como Hmido, fue sentenciado a seis años de cárcel por la Audiencia Nacional por el delito de haber pretendido hacer la guerra santa "en cualquier punto del orbe mediante utilización de ataques contra las personas, patrimonio o intereses económicos que, generando una auténtica situación de terror colectivo, desestabilizan el orden mundial establecido". El Supremo anuló el fallo al considerar que había en él un "total vacío probatorio del cargo" y porque en el juicio "existió una vulneración del derecho a la presunción de inocencia del recurrente". Usted disculpe, señor Abderrahamán. Que tenga un lindo día.
http://www.webislam.com/numeros/2002/160/noticias/policia_
integristas_ceuties.htm
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/07/24/espana/1153742952.html
http://news.bbc.co.uk/2/hi/programmes/hardtalk/5209566.stm
http://www.elpais.es/articulo/espana/Supremo/absuelve/falta/pruebas
/ceuti/Audiencia/considero/Qaeda/elpporesp/20060724elpepunac_5/Tes/
http://www.derechos.org/nizkor/espana/doc/hamed8.html
A su regreso a España, Hmido expuso las razones que lo habían llevado a Afganistán: "En aquella época no tenía nada que hacer en Ceuta: sin trabajo, con pocos estudios, musulmán... Sentí que no era una ciudad para mí. Aquí hay mucha droga, violencia, corrupción. Sobre todo en un barrio pobre como en el que vivimos. Buscaba un modelo alternativo para vivir mi espiritualidad, ser un buen creyente, estar más cerca de Dios. Por otro lado, no me acababa de creer que esa gente de Afganistán fuese tan mala como decían". Ahora quiere vivir como una persona normal, ganarse la vida trabajando de camionero y "recuperar la normalidad de un joven de 31 años". Y agrega: "Creo que voy a necesitar un sicólogo".
http://www.elmundo.es/cronica/2004/457/1090254238.html
http://www.elpais.es/articulo/espana/Hmido/Quiero/recuperar/
normalidad/joven/31/anos/elpporesp/20060725elpepunac_9/Tes/
Con base en sospechas estúpidas, para justificar designios geopolíticos inconfesables o por simples ganas de hacer daño, los gobernantes gringos y los fiscales españoles le despedazaron la vida a un joven ceutí. Con esos mismos fundamentos ("es que son terroristas") Israel, con la complicidad de la mayor parte de los gobiernos occidentales, se dedica a destrozar un país inocente. La sentencia emitida contra Líbano por una instancia que es al mismo tiempo juez, parte, fiscal y verdugo, es mucho más grave que la payasada judicial montada contra Hmido: el mundo asiste a la condena a muerte de miles de libaneses, a la ejecución de un millón de órdenes de destierro, al castigo consistente en la destrucción de décadas de obras de infraestructura, almohadas, libros, computadoras personales, mesas de comedor, floreros, pasaportes y cepillos de dientes. ¿Y qué? ¿Algún día escucharemos a los genocidas pronunciar las palabras "ustedes disculpen"?
Y sostiene Plaqueta (plaqueta@gmail.com): Miéntame la madre, pero no me llames intelectual.
Rockdrigo González, el eminente profeta del nopal, se mofaba -pero en buena onda- de los intelectuales (en un rolonononón del mismo nombre): "En un lejano lugar retacado de nopales / había unos tipos extraños llamados intelectuales / se la pasaban leyendo para ser sabios y doctos / pues no querían seguir siendo vulgares tipos autóctonos // los veías en los cafés llenos de libros profundos / y en eventos culturales oían conciertos rotundos / constantemente escribían poemas y cuentos cortos / y aunque no los comprendían se quedaban como absortos".
Pero eso era en los ochenta. Ahora ya no es motivo de cábula ligera, sino un injurio mortífero. Dicen los cuates de la Real Academia Española: "intelectual. (bla bla bla) 3. adj. Dedicado preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras". Suena completamente inocuo; ¿en qué momento se convirtió en insulto? Porque de que lo es, ay, lo es. Ni siquiera deformaciones despectivas como "intelectualoide" e "intelectualoso" resultan tan ofensivas. Si a alguien le dices, así sea en el más cordial de los tonos, que es un intelectual, puede que te dé un catorrazo, te retire el saludo, o una fatídica mezcla de ambas.
No es un fenómeno de derechas, izquierdas, arribas ni abajos. Lo que sí es que los blancos más comunes, contra los que va todo el inexplicable aborrecimiento, son Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis. Una vez, en plena clase de no sé qué materia preparatoriana, la lideresa cegehachera local afirmó: "detesto a esos pinches escritoruchos de quinta como Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Monsiváis, J. J. Benítez y Poniatowska". ¿Eh? O el domingo de la marcha, que en la chelera charla de sobremesa, el tema de los discursos prepejistas fue de lo más incómodo: "no me cae nada, nada bien el ese escritor. Ach, pero la verdad, no se vio tan mal con lo que dijo". Uf, menos mal. Y claro, varias veces he escuchado a banda itameña ultraderechosa decir, con el más feroz desprecio, cosas del estilo: "qué asco, hacen puras idioteces porque han de ser intelectuales, como el baboso ése Monsiváis".
¿Por qué los odian tanto? ¿Será porque salen en la tele -y la tele es del diablo? ¿Acaso porque venden mucho? ¿Porque comen tres veces al día y no viven en un cuchitril con ratas -porque ése es el modo de vida de los legítimos escritores? ¿Porque a la gente (¡ay, guácala la gente!) le gustan sus libros? Enigma. Pero pregúntenle a algún neojipi estudiante de la Facultad de Filosofía lo que opina acerca de ellos, y vomitará bilis sobre sus nombres, seguro-segurísimo. En verdad es un misterio. Que alguien me explique. ¿Ahora cómo se les llama a quienes en vez de picar piedra se dedican a ser sesudos para ganarse la papa? Porque tampoco es onda agraviarlos involuntariamente.
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