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Reciben fuerzas armadas y policías orden de apostarse en dependencias e instalaciones estratégicas

alejandro gutiérrez y ricardo ravelo

06/08/2006

* Ejército, Marina, PFP, AFI y policía fiscal, acuartelados hasta nuevo aviso
* Se crea nuevo cuerpo militar; su tarea, la atención de “disturbios civiles”


México, D.F., 5 de agosto (apro).- Luego de la decisión del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), de ordenar el recuento parcial y no total de los votos de la jornada electoral del pasado 2 de julio, los cuerpos de seguridad federal y el Ejército recibieron la orden de apostarse en distintas dependencias e instalaciones estratégicas, en prevención de cualquier acción de “resistencia civil” que intenten simpatizantes de la coalición Por el Bien de Todos.

El caso más visible es la sobrevigilancia policial en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Este sábado, 70 granaderos de la policía capitalina se sumaron al cordón de seguridad que fue tendido desde el pasado martes, con la presencia de 100 elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP).

Sin embargo, en vísperas de la sesión del Tribunal Electoral, las medidas de seguridad se reforzaron. Elementos del Ejército, la Marina, así como de la PFP, la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y la policía fiscal recibieron la orden de permanecer acuartelados hasta nuevo aviso.

Según versiones de oficiales consultados, cuyos nombres se omiten por razones de seguridad, existe un temor fundado de que los simpatizantes de López Obrador pretendan tomar instalaciones federales y estratégicas, al frustrarse su propósito de lograr el recuento de todos los votos.

En esta coyuntura, un nuevo cuerpo militar ha sido abanderado por el presidente Vicente Fox, cuyas tareas son la atención de “disturbios civiles”, según los documentos que han fundamentado su creación.

El lunes pasado, Fox abanderó a la Sexta Brigada de Infantería Ligera, un cuerpo de nueva creación, cuyas facultades son la “atención y resolución” de disturbios civiles y manejo de masas.

Integrado por mil 699 militares capacitados para la atención de casos surgidos en el Valle de México, ese cuerpo busca adecuarse a “la nueva circunstancia político-social de México”.

En ese evento, el secretario de la Defensa, Ricardo Clemente Vega García dijo que “México es un país de instituciones sólidas, serenas y fuertes; es fuente de sabiduría histórica”.

Ese día, las Fuerzas Armadas movilizaron vehículos militares rumbo al Campo Militar Número Uno, cerca de donde se encuentran instalados los plantones de “resistencia civil” de López Obrador.

También, camiones del Ejército, con militares vestidos de campesinos y chavos banda, fueron vistos el mismo día en el Viaducto de la ciudad de México, como lo registró la revista Astillero del periódico La Jornada, en su edición del martes 1 de agosto.

El acuertelamiento de las fuerzas militares y de seguridad pública se registró primero desde unos días previos a la jornada electoral del 2 de julio.

Sin embargo, una vez que López Obrador cuestionó el resultado de la elección, el acuartelamiento de militares y policías ha sido intermitente, cercano a las concentraciones o acciones de protesta del tabasqueño.

Asimismo, por recomendación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), ha sido reforzada la vigilancia en las instalaciones estratégicas de todo el país, como las de Pemex, la Comisión Federal de Electricidad, presas, aeropuertos, puentes internacionales y aduanas, algunos tramos carreteros, así como edificios gubernamentales.

De acuerdo con una nota del periódico El Universal, también han sido reforzadas las instalaciones del TEPJF y del Instituto Federal Electoral. Incluso, se reforzó la vigilancia en las inmediaciones de la casa del candidato del PAN, Felipe Calderón

Asimismo, se tiene una especial vigilancia en regiones donde ha existido actividad subversiva o de propaganda armada.

En el Distrito Federal, la Secretaría de Seguridad Pública capitalina mantiene en alerta a sus fuerzas policiales, además del envío de los granaderos para ayudar en la sobrevigilancia en las inmediaciones del aeropuerto capitalino.

Después de la resolución del TEPJF, la Procuraduría General de la República (PGR) no había recibido ninguna denuncia por daños o incidentes a instalaciones estratégicas o acciones de sabotaje en el país. Las instalaciones de la AFI se mantenían en aparente calma.

Por su parte, los seguidores de López Obrador se mantuvieron en sus plantones y a la espera del mensaje que emitiría el político tabasqueño, en el que marcará su posición sobre el fallo del Tribunal, y anunciará las acciones a seguir en este proceso de “resistencia civil”.

Esto de plano es no tener madre.