Antes de que todo acabe...

Un espacio para la reflexión: "Los límites del lenguaje de una persona son los límites de su mundo..."

viernes, octubre 20, 2006

Ravel

Apreciado público conocedor, damita, caballero: para muchos de Ustedes tal vez el Bolero de Ravel no sea mas que una pieza de música para ñoños, una melodía sin chiste alguno con una estrofa que se repite y se repite y se repite, quizá a muchos de Ustedes les desagrade garrafalmente. Pero para otros, como para mi, quizá represente una pieza fascinante, exquisita. Yo lo escuche por vez primera cuando tenia alrededor de ocho o nueve años, estaba en la casa de mi abuelo L, él fue quien me presento a El Bolero de Ravel. Quede embelesado. Sus acordes extremadamente suaves al inicio. Los tambores. El extraordinario final.

Asociado por su gradual aumento de ritmo y sonoridad (desde los suaves, muy suaves acordes iniciales, hasta la suma de varios instrumentos en un explosivo fin) al acto sexual esta obra me sigue cautivando igual que el día que la escuche por primera vez. Se dice que Ravel mismo describía su obra como algo orgásmico. Quizá...

Pienso que nunca dejaré de disfrutar el escuchar a Ravel. Así que hoy solo les recomiendo que apaguen la luz, pónganse cómodos, cierren los ojos, olvídense de todo, al menos durante los trece minutos y cuarenta y seis segundos que dura esta genial obra, déjense envolver por esta maravillosa, prodigiosa obra del siglo pasado...

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