Antes de que todo acabe...

Un espacio para la reflexión: "Los límites del lenguaje de una persona son los límites de su mundo..."

sábado, septiembre 16, 2006

Otra vez La Jornada

Como es poco frecuente que La Jornada no deprima al lector sin hacerlo reflexionar y recapacitar sobre la inmundicia en la que estamos batiendonos, hoy (15/09/06) sin embargo, no ha hecho lo primero, sino todo lo contrario.

Bajo este supuesto, publicaré íntegros aquí en un solo post algunos comentarios que en este día escribieron sesudos opinadores que realmente son muy buenos.

Pido disculpas anticipadas, porque la verdad es mucho el desgaste visual, pero confío en el público que lee y disfruta este espacio considerará que merece la pena un esfuerzo y echarle un vistazo.



Víctor M. Toledo

Cuauhtémoc: el águila que cae

Todo ser viviente nace, crece, madura, decae y muere. Lo mismo puede decirse de las sociedades o de las civilizaciones que irrumpen vigorosas en la historia, para después ensancharse, hacerse sólidas, luego rígidas, osificarse y desaparecer. Sólo los seres humanos tienen la extraña capacidad de perpetuarse en el tiempo por medio de la conciencia o del espíritu, de la palabra o la creencia, de la idea o de la fe. Pocos son, sin embargo, los que alcanzan la cúspide de la permanencia en la memoria.

En un país donde durante décadas a los defensores de la vida, de la justicia social, de la libertad de expresión y de la democracia real se les eliminaba, cooptaba o marginaba (y fuimos tantas veces testigos de cómo esta maquinaria brutal hizo desaparecer a innumerables luchadores), el nombre de Cuauhtémoc Cárdenas era ya un emblema de congruencia y sensatez que se izaba con orgullo en las batallas cotidianas, un personaje llamado a formar parte del cada vez más escaso contingente de la entereza y el decoro; un referente obligado para quienes creen que la verdad es la medida de todas las cosas.

Hoy, por sus actitudes, declaraciones y cambio de posiciones, ese ser emblemático, ese zoon polytikon, ese paladín de la lucha de los demócratas mexicanos, se ha autodestruido, se ha hecho pedazos, se ha inmolado como los monjes asiáticos, y todos hemos sido testigos del incendio. En el crepitar surgen rostros atónitos, desconciertos, miradas críticas: ¿alguien nos lo puede explicar teniendo sus cenizas entre las manos?

Todo individuo tiene un precio, y cada quien o lo establece o tiene la gallardía de rechazarlo. Se puede terminar dando la vida por una idea, como José Martí, Ernesto Guevara o Salvador Allende, pudriéndose o purificándose en las cárceles de las tiranías, o inclusive, aceptémoslo, discretamente retirado para realizar la reflexión, la resignación o la sabiduría. Pero lo que no puede hacerse es finalizar una trayectoria de décadas de liderazgo moral o político como "maestro de ceremonias" de las oligarquías. La República, la auténtica, hoy llora de tristeza. Nunca un águila había caído tan estrepitosamente.

vtoledo@oikos.unam.mx



México SA

Carlos Fernández-Vega

Innumerables y variados chistes crueles
  • La promesa de 7% de crecimiento sólo quedó en 2.2 si bien nos va


  • El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes, calificó acertadamente de "chiste cruel" el dicho presidencial, en sentido que Vicente Fox "deja el país en paz".

    El recuento de Soberanes sobre los más recientes chistoretes del inquilino de Los Pinos incluye: "el asunto de los mineros no está resuelto; el caso de Oaxaca, tampoco; el plantón de la coalición Por el Bien de Todos en la ciudad de México es una bomba de tiempo... Entonces, ¿cuál calma? Hay más de mil homicidios de parte del crimen organizado. Todos los días nos desayunamos con las noticias de que mataron a uno o a dos. Hoy (miércoles) vimos que mataron a un jefe policiaco en Nuevo León. Hay decapitados. (Fox) nos está dejando un país muy complicado... La política sin ética desciende a un cochinero... Entonces, es un chiste de mal gusto. Nos está dejando un país muy complicado".

    Es bueno el balance del presidente de la CNDH, pero sólo incluye las bromas más recientes, las inmediatas. Si se considera el sexenio completo, encontramos innumerables y variados chistes crueles de lo que queda de Vicente Fox Quesada (sin olvidar las aportaciones de su gabinetazo). El primero de ellos, para no ir más lejos, la autodefinición de "gobierno del cambio".

    Desde el comienzo de lo que él tercamente llama "mi gobierno", el inquilino de Los Pinos ha contado todo tipo de chistes crueles (uno de ellos, celebradísimo por estos días: "he actuado, en todo momento, con estricto apego a la ley y atendido puntualmente las indicaciones de las autoridades judiciales y electorales"), que algunos simplemente consideran mentiras descaradas y/o cinismo puro. Dejémoslos en chistoretes del "cambio", y entre ellos sobresalen:

    En materia de empleo: "tenemos cifras históricas; como nunca antes se habían generado puestos de trabajo para los mexicanos; la tasa de desempleo prácticamente no se ha movido a lo largo de mi gobierno; generaremos un millón 350 mil plazas laborales por año". El auditorio celebra la crueldad del inquilino de Los Pinos, al tiempo que recuerda que las cifras oficiales documentan exactamente lo contrario, es decir, que el desempleo abierto creció más de 150 por ciento en su administración y que sólo "cumplió" el 10 por ciento de su oferta, sin considerar que durante su administración cerca de 8 por ciento de la población económicamente activa del país emigró en busca de empleo.

    Siete por ciento anual de crecimiento económico "equitativo, incluyente y sustentable; no está nada mal el (ritmo) de crecimiento económico que lleva el país; ya casi llegamos a 7 por ciento". Lo cierto es que la tasa anual promedio de "crecimiento" -en el mejor de los casos- es de 2.2 por ciento, la más raquítica de los últimos cuatro sexenios, amén de que los únicos incluidos han sido los barones de siempre.

    El Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo proyectó una tasa de crecimiento promedio de 5.2 por ciento en 2002-2006 si se aprobaban las llamadas "reformas estructurales" (fiscal, laboral energética) y 3.4 por ciento si el Congreso no las autorizaba. Hasta 2005, dicho promedio fue de 1.8 por ciento y si en 2006 ocurren cosas extraordinarias llegará a 2.2 por ciento.

    La mexicana, "novena economía del mundo: les puedo decir que mi gobierno ha hecho mucho más que cualquier otro en la historia de su país": en el último quinquenio, de las cinco economías latinoamericanas más grandes, la mexicana ocupa la última posición en lo que a crecimiento se refiere (inclusive por abajo del promedio regional, 2.3 por ciento), con todo y que de ese conjunto es la que menores sobresaltos macroeconómicos ha reportado.

    La economía mexicana sólo creció por arriba de la haitiana, documenta la Cepal. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional advierte que durante la administración foxista la economía mexicana cayó de la novena a la decimocuarta posición en el ranking mundial. "Mejor situación (que México) presentan Rusia, Cuba, Argentina, Haití y Venezuela''.

    Y el Banco Mundial señala que México cayó del lugar 76 al 80 en cuanto al valor real del ingreso de sus habitantes, mientras la economía mexicana pasó de ser la décima más importante del planeta a ocupar el lugar 12.

    Migración: "¡¡¡bienvenidos, paisanos!!!". A lo largo del "cambio", alrededor de 8 por ciento de la población económicamente activa del país cruzó la frontera -la norteña, fundamentalmente- para buscar sustento fuera de su nación de origen. Un mexicano emigró cada minuto a lo largo del "gobierno" foxista, hasta sumar 3 millones 253 mil 663 personas.

    A lo anterior, súmele los chistes crueles relativos al tema de su elección: seguridad, derechos humanos, deuda pública, Fobaproa, Niños Héroes, corrupción, educación, pobreza, justicia y los que falten.

    Las rebanadas del pastel:

    Y el chiste más reciente, ayer en Los Pinos: "jamás seré motivo de discordia en nuestro país, promotor de la división ni la causa del debilitamiento del esfuerzo de todos los mexicanos". Ja, ja, ja... Preparaos para el Grito en sensurround.

    cfvmx@yahoo.com.mx / cfv@prodigy.net.mx



    Ahora viene este excelente análisis de Luis Javier Garrido donde desentraña algunos misterios y vislumbra el futuro del movimiento:

    Luis Javier Garrido

    La refundación

    El fraude en las elecciones presidenciales de 2006, lejos de abrir la vía para el continuismo de la ultraderecha en el poder, lo que ha logrado es por un lado fortalecer un movimiento social cada vez más amplio, dispuesto a defender por todos los medios los derechos fundamentales de los mexicanos y, por el otro, hacer inviable un hipotético gobierno calderonista.

    1. El escenario del México actual es inédito, porque por vez primera en nuestra historia reciente ante una tentativa brutal del gobierno de confiscarle al pueblo sus derechos políticos, éste está respondiendo de manera serena y pacífica, pero con una voluntad indeclinable, para hacerlos valer, y ello con el gobernante que eligió y que fue Andrés Manuel López Obrador. Y, al mismo tiempo, para impedir y obstaculizar las acciones de un gobierno de facto que pretende encabezar el neoliberal y ultraderechista Felipe Calderón para seguir desmantelando la nación y expoliando a los mexicanos.

    2. El gobierno de Vicente Fox termina en medio de un descrédito descomunal por su fracaso histórico para enfrentar los problemas del país y por sus políticas sectarias que dividieron a los mexicanos y dejaron en ruinas al Estado, pero sobre todo por el principal legado histórico que deja al traicionar a la democracia, atentar contra los derechos políticos del pueblo e imponer el fraude con todas sus secuelas. Fox no pudo leer el día primero su sexto Informe ante el Congreso, ni podrá dar hoy por última vez de manera tradicional el Grito de Independencia y tendrá que esconderse como rata lo que resta del sexenio para evitar la ira popular, mientras que a Felipe Calderón, su presunto heredero, no le queda más que seguir día tras día a salto de mata a fin de evitar a la gente que lo repudia.

    3. La preocupación de diversos sectores de la derecha ante la crítica situación no viene del desastre institucional en el que Fox deja al país, ni de que éste haya ahondado hasta límites inimaginables la miseria de la mayoría de los mexicanos, de que le haya cancelado derechos sociales básicos al pueblo o de que haya entregado recursos fundamentales de la nación a intereses del extranjero y el control de áreas estratégicas a Washington. La preocupación de esos grupos es por la insignificancia de Felipe Calderón, quien se convirtió en su heredero por una serie de circunstancias fortuitas, y que hoy aparece como un individuo incompetente para asumir el cargo, violento e intransigente, carente de ética y de principios, y entrampado en una serie de compromisos inconfesables con las mafias políticas que le ayudaron a encumbrarse por la vía del fraude electoral y que ya le están pasando la factura: desde Fox, Carlos Salinas de Gortari y la gente de El Yunque, hasta los operadores de Elba Esther Gordillo, tecnócratas salinistas y zedillistas y priístas de la más baja ralea, como los gobernadores de Puebla y Oaxaca.

    4. La paradoja de lo que acontece es que los panistas y los yunquistas pretenden haber triunfado, pero nadie de ellos lo cree, pues saben bien cómo fue que el gobierno de Fox impuso el fraude para despojar a Andrés Manuel López Obrador de la Presidencia de la República, que había ganado legal y legítimamente; de ahí el escenario de desazón que tienen los aparentes "ganadores", que no lo fueron, sobre todo porque es notoria la falta de apoyo a Calderón y a lo que pretende representar, como lo demostró el fracaso de la movilización panista-yunquista del domingo 10.

    5. El escenario actual de México es inédito y por eso ha requerido de una respuesta inédita, y ella está siendo la convención nacional democrática, a la que convocara López Obrador para refundar a la República a partir del 16 de septiembre, impulsando las políticas que los mexicanos requieren e impidiendo que Fox y un posible gobierno de facto prosigan actuando en nombre de una minoría y despojando al pueblo de sus derechos básicos.

    6. La reacción oficial ante el hecho de que lejos de decrecer la oposición nacional al fraude ha ido aumentando ha sido muy similar a la que tuvo a lo largo de todo el proceso electoral: negar la realidad de los hechos con la manipulación de los medios masivos de comunicación, denostar al movimiento y buscar su división. Y así lo ha hecho lo mismo ante el crecimiento del movimiento de resistencia civil, la fortaleza de los campamentos de Reforma, Juárez, Madero y el Zócalo, o el éxito en los preparativos de la convención, a la que integrarán en sus inicios más de un millón de mexicanos.

    7. El escenario actual del país es inédito porque existe un movimiento social sin precedente que está dispuesto a recuperar sus derechos y a cambiar el estado de cosas en el país, y porque hay un dirigente político que es Andrés Manuel López Obrador, que no va a claudicar y que asumirá con toda dignidad la responsabilidad que le reconozca la convención.

    8. Los esfuerzos que han llevado a cabo Fox y su gobierno con todo el peso del Estado para destruir a la oposición democrática y acallar la inconformidad creciente ante el fraude han fracasado de manera contundente, lo mismo al tratar de aislar a López Obrador que al buscar desintegrar a la coalición Por el Bien de Todos o dividir al PRD y a sus grupos parlamentarios. La carta fuerte de Fox y Calderón para crear un frente anti López Obrador "de izquierda" no ha dejado de ser el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, a quien Fox diera un cargo en la Secretaría de Gobernación como coordinador de los festejos tanto del bicentenario del inicio de la Independencia como del centenario del comienzo de la Revolución Mexicana, pero la credibilidad de éste se halla muy mermada, tanto por su negativa a apoyar a López Obrador en 2004 ante los intentos de Fox por inhabilitarlo como por su oposición a él durante la campaña electoral de 2006, así como por su negativa a oponerse al fraude, de tal suerte que su fuerza política es de hecho inexistente.

    9. La carta pública de Cuauhtémoc Cárdenas contra Elena Poniatowska, que éste hiciera publicar en inserción pagada a doble plana en Milenio Diario el jueves 14, molesto por las afirmaciones hechas por la escritora el día 9 en Durango, diciendo que él no había apoyado a López Obrador "por envidia", no ha logrado concitarle respaldo alguno más que de la gente del régimen, porque en ella aprovecha una vez más para lanzarse contra López Obrador y contra la convención con los mismos argumentos de Televisa, y sobre todo porque pretende ignorar la gravedad de lo que acontece.

    10. El país está viviendo un momento de quiebre histórico y el error de muchos es no reconocer la trascendencia del cambio que se está impulsando desde abajo, queriendo ignorar que las largas luchas del pueblo mexicano suelen culminar de tiempo en tiempo como ahora, en que el fraude ha sido un detonador que está acelerando un proceso social que puede conducir a una nueva fase de la historia mexicana.




    Otro buen análisis de la situación por Adolfo Gilly:
    Adolfo Gilly

    La CND, los agravios, los caminos

    1. El grotesco fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es la mejor confirmación del embrollo electoral. En dicho fallo el tribunal da suficientes razones para anular la elección. Pero no lo hace. Además, se mete a opinar sobre decisiones políticas que no le incumben. Por ejemplo, discute si López Obrador fue o no fue a un debate televisivo. Le faltó decir si le pareció o no que en el otro debate llevara corbata amarilla.

    Con ese fallo, el tribunal se incineró en la fría hoguera del ridículo y terminó de confirmar que hubo fraude. Tal vez los jueces lo hicieron a propósito, para dejar sentado que en conciencia no estaban de acuerdo con la farsa que por orden superior representaron.

    Anular la elección era lo sensato. Pero ya desde la feria de bufones del desafuero, desbaratada por la movilización popular, estaba claro que los poderes reales no iban a dejar pasar a López Obrador, a como diera lugar. Y así lo hicieron.

    2. El primero y más antiguo de esos poderes, establecido en México desde el siglo XVI, es la jerarquía de la Iglesia católica. Al día siguiente del grotesco fallo, la Conferencia del Episcopado Mexicano le dio su bendición en un solemne desplegado (El Universal, 6 septiembre 2006, p.9): "Los obispos de México nos sumamos a los ciudadanos e instituciones que respaldan la actuación y el fallo que ha dado el tribunal electoral, y por tanto reconocemos la legalidad del nuevo presidente electo (...) Exhortamos a toda la ciudadanía a colaborar responsablemente con el próximo gobierno".

    Muchos de aquellos que en el año 2000 creyeron estar votando a Vicente Fox para acabar con el PRI, no sabían que estaban votando el regreso al poder de la Iglesia católica y su jerarquía por primera vez desde Benito Juárez y la Constitución de 1857. ¿Creyeron acaso que esa jerarquía estaba dispuesta a abandonar ese poder por el cual se batieron cristeros, sinarquistas y sucesores?

    El gobierno usurpador de Carlos Salinas abrió ese camino al derogar el artículo 130 constitucional. No necesito repetir quiénes fueron sus más cercanos colaboradores en esa empresa, hoy reciclados por el PRD.

    Esta es la dimensión de la lucha presente en este país que se llama México: que no nos distraigan hablando de cualquier cosa para eludir esta nueva confrontación histórica entre liberales y conservadores, estos que hoy se dicen neoliberales.

    3. Felipe Calderón recibió también las bendiciones, al día siguiente de la elección, de Bush y Rodríguez Zapatero, mandatarios de países con grandes inversiones en México, y de Televisa, que así pagó el voto unánime de los diputados del PRD en favor de la vergonzosa ley Televisa. Lo mismo hicieron los organismos empresariales. La Bolsa Mexicana de Valores, la Iglesia, la Casa Blanca y Televisa dieron su voto de calidad a Felipe Calderón.

    Pero el PRD y sus aliados, en lugar de llamar a esos poderes por su nombre, siguen hablando de los ricos y los pobres, como en los tiempos de Pedro Infante, cuando cualquiera sabe que la primera condición de una pelea verdadera es identificar con precisión al adversario.

    4. El 8 de julio pasado propuse en estas páginas que, si como era previsible, el tribunal electoral sancionaba el fraude y negaba el conteo, los electos del PRD (senadores, diputados, asambleístas, jefe de Gobierno y jefes delegacionales de la ciudad de México) declararan en suspenso la aceptación de sus cargos y abrieran así una crisis constitucional en todos los poderes electivos.

    Preguntaba ese día: "¿Estarán dispuestos los electos del PRD y sus aliados a ponerse a la cabeza de la protesta popular y, como prenda, poner sus constancias de mayoría sobre la mesa? Es lo que nunca quisieron hacer, salvo alguna aislada excepción, los electos del FDN en 1988. ¿Están dispuestos los electos del 2006, con el respaldo de la indignación y también la amargura popular, a jugársela en serio?"

    No, no lo estuvieron. Es cierto, han hecho muchos gestos y hasta tomaron la tribuna del Congreso, en un acto teatral tantas veces visto en todos los parlamentos desde el siglo XIX; ya en los tiempos de las caricaturas de Honoré Daumier (cuyo sarcasmo buena falta nos haría hoy). Pero arriesgar el puesto de a deveras, no, Dios no lo permita.

    Van ahora a encabezar la convención nacional democrática (CND) y a apoyar un gobierno en rebeldía, mientras ellos permanecen en sus cargos en el Congreso del otro gobierno, el institucional. Debe de ser, dirán, una argucia táctica para confundir al enemigo. ¿Me permiten no tenerles confianza?

    5. Los cuatro gobernadores del PRD (Baja California Sur, Guerrero, Michoacán y Zacatecas), al mismo tiempo que saludan la realización de la convención nacional democrática, apoyan expresamente la decisión de los legisladores de la coalición Por el Bien de Todos de asumir sus cargos y "no renunciar a ninguno de los espacios institucionales". Por su parte, mientras el dirigente de la coalición, Andrés Manuel López Obrador, manda al diablo a esas instituciones, los gobernadores insisten en que "no sería prudente abandonarlas", incluida la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), lo cual no les impide apoyar a la CND y a su gobierno en rebeldía. ¿Dónde está la congruencia?

    6. Los gobernadores del PRD participan de la reunión plenaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores donde Felipe Calderón es recibido como presidente electo. Todos sabemos que en una crisis política del poder presidencial como la presente, siempre ha sido el poder real de los gobernadores el que llena el vacío. Por eso la importancia, hoy, de la Conago.

    Pues bien, esa reunión aprobó un punto de acuerdo sobre Oaxaca. Ese acuerdo expresa el respaldo unánime al actual gobierno de Oaxaca, encabezado por Ulises Ruiz, y se pronuncia "contra todo propósito desestabilizador que por la vía directa pretenda lesionar el orden constitucional de un gobierno erigido en elecciones libres, directas, legales y democráticas" (La Jornada, 12 septiembre 2006, p.13). Este acuerdo fue firmado por los 32 gobernadores del PRI, el PAN y el PRD, incluidos el jefe de Gobierno del DF, Alejandro Encinas; el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz; el gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez (el de los presos de Guadalajara); el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto (el de los presos de Atenco), y el góber de Puebla, Mario Marín (el amigo de Kamel Nacif).

    ¿De cuál rebeldía, de cuál resistencia, de cuál gobierno itinerante nos están hablando? Uno puede comprender la amargura, la indignación, la rabia de millones de ciudadanos que vieron escamoteada una elección nacional. Pero no puede aceptar este juego sobre todos los tableros de quienes encabezan y representan a la coalición Por el Bien de Todos.

    7. Por esta falta de congruencia entre las declaraciones y los hechos; por la falta de claridad sobre los fines y los modos de alcanzarlos; por la inmensa confusión entre lo que sería una convención con delegados electos y representativos de discusiones y propuestas diversas, y lo que será una reunión multitudinaria de cientos de miles donde en una sola tarde se votarán a mano alzada y por aclamación las propuestas del dirigente y su entorno, no estoy de acuerdo con la convención nacional democrática. Sobre cuanto esto significa, me remito a los clásicos: Antonio Gramsci, Max Weber, Elías Canetti. Quien los haya hojeado sabrá de qué estoy hablando.

    8. No es falta menor de los organizadores de la CND el poner en primera fila a algunos cientos de indígenas, mientras siguen ignorando a los presos de Atenco, a los presos y reprimidos de los pueblos de Chiapas, a los desplazados de Acteal y de otros poblados, a los acosados por los paramilitares, y en Chiapas mismo se alían con el Croquetas Albores, con Constantino Kanter y con Juan Sabines. No es falta menor dar su apoyo al gobernador Ulises Ruiz y descalificar en la misma resolución al poderoso movimiento indígena, ciudadano y popular de la APPO en Oaxaca. Es absurdo que todavía los voceros de la CND acusen a los zapatistas de no haberlos apoyado en la elección, cuando ellos abandonaron a su suerte al EZLN y al movimiento del Congreso Nacional Indígena. El PAN y el PRI en esta elección le hicieron al PRD y a la coalición lo mismo que éstos, aliados con el PAN y el PRI, le hicieron en el Congreso de la Unión al EZLN a propósito de los derechos y la autonomía indígena.

    Una CND que ignore o cierre los ojos ante estos hechos sólo podrá aprobar declaraciones vacías.

    9. Los dirigentes de la CND y los gobernadores del PRD dicen que "nuestro mayor agravio" es "la desigualdad y la pobreza en la que viven millones de mexicanos". Desigualdad y pobreza son términos tecnocráticos que esconden los nombres verdaderos de la realidad y preparan falsas escapatorias paternalistas. No: los nombres de los agravios mayores son explotación, despojo y racismo, todos ellos sostenidos por la represión y por los órganos corrompidos de una justicia inexistente.

    Si algo han probado esta elección y sus diversas secuelas, es que esos agravios no pueden ser enfrentados confiando en los partidos institucionales o en un dirigente, itinerante o fijo, que se comunica en directo con el pueblo y ofrece defenderlo y protegerlo.

    De los agravios y de la injusticia brotan las propuestas y las luchas, como en Oaxaca, y en esas luchas surge y se renueva la organización. Decenas de miles de cuantos asistan a la convención nacional democrática, agraviados por el fraude y la imposición, andan en busca de esas formas y modos de organización. Ojalá que la experiencia de su paso por la CND les sirva a ellos, y no a los otros, para seguirse encontrando y organizando y para enfrentar las duras jornadas que el gobierno de la derecha, la jerarquía eclesiástica, los financistas, los inversionistas extranjeros y sus políticos de todos los colores nos preparan.

    Mientras tanto, otros buscamos y andamos nuestros propios y menos clamorosos recorridos. Ya nos encontraremos, espero, cuando toque.


    ¿Interesante, no? Hay que tomar algunas precauciones y analizar lo analizado; desencriptar la información procesada (hilarante y provocativa frase de tintes computológicos) He aquí la crítica de Jaime Avilés en su contribución en el blog La Hora del Pueblo:
    A LA NOCHECITA

    ...Con Jaime Avilés

  • Para criticar a López Obrador, Adolfo Gilly debe deslindarse de Cuauhtémoc

  • Cuando el año pasado terminaron exitosamente las movilizaciones contra el desafuero, Adolfo Gilly, maestro de maestros, escribió que el episodio en su conjunto no había sido sino “el reality-show más grande de todos los tiempos”. Era una manera, un tanto venenosa, de insinuar que el intento de Vicente Fox y la ultraderecha empresarial por meter en la cárcel a Andrés Manuel López Obrador e impedirle participar en las elecciones de este año, en realidad era una trampa. Que existía un arreglo oscuro para proyectar al tabasqueño a la cima del poder, donde gobernaría en favor de los intereses salinistas.

    Gilly se agarró de allí para hacerle segundas al subcomandante Marcos en la tonadita esa de que López Obrador era el verdadero peligro para la auténtica izquierda en México, un error de interpretación que terminaría por situar al vocero del Ejército Zapatista en la misma tesitura que Dick Morris y Antonio Solá, los mercenarios que montaron la campaña “López-Obrador-un-peligro-para-México”.

    Uno de los aspectos que más horrorizaba a Gilly era la incorporación de ex colaboradores distinguidos de Carlos Salinas de Gortari al equipo de López Obrador, como si Manuel Camacho, Socorro Díaz y otros que en efecto se destacaron como operadores políticos del presidente más destructivo que ha tenido México no hubieran roto, andando el tiempo, con esa fracción de la élite mexicana que se ahogó bajo una mezcla de sangre y de mierda al cabo de tantos asesinatos y tanta corrupción.

    Ahora Gilly olvida sus recientes predicciones –las hizo, cuando mucho, en mayo de 2005-- y afirma en su artículo de hoy, aparecido en La Jornada, que “desde la feria de bufones del desafuero, desbaratada por la movilización popular, estaba claro que los poderes reales no iban a dejar pasar a López Obrador. Y así lo hicieron”. Bueno de reality show más grande de todos los tiempos a feria de bufones hay un aparente cambio de enfoque apostando quizá a la desmemoria de quienes lo lean.

    En otros casos no: Gilly machaca y reitera lo que astuto planteó después del 2 de julio: que todos los diputados, senadores y asambleístas electos del PRD renunciaran a sus cargos. Pero antes, cuando creía que López Obrador era el enemigo a vencer, había llamado a todos y a todas a “renunciar a los privilegios” y volver a comenzar desde abajo.

    Ahora expone que como no renunciaron a sus cargos pero van a apoyar al gobierno en rebeldía de López Obrador “mientras permanecen (…) en el Congreso del otro gobierno, el institucional”, se “permitirá” no respetarlos. Aquí se abre una enorme pregunta: ¿aún respeta Gilly a Cuauhtémoc Cárdenas, que tampoco renunció a su nombramiento como coordinador de fiestas patrias de Fox y teóricamente de Felipe Calderón, y que, al igual que los levantacejas de Televisa, no vio ni una sola prueba del fraude electoral, ni expresó al respecto la menor sospecha, ni criticó a su hijo Lazarito por reconocer sin tardanza la supuesta “victoria” del panista?

    No, eso para Gilly no es relevante, como no lo fue la chusma que acompañó a Cuauhtémoc –léase Luis Tellez, el ex secretario de Energía de Zedillo o Claudio X González, el hombre de negocios de Salinas y muchos salinistas en activo como esos, que lo reclasificaron como “izquierdista maduro”-- durante la desfalleciente precampaña del ingeniero en pos de la cuarta candidatura presidencial.

    Para que las críticas de Gilly a López Obrador asciendan a la esfera de la coherencia política y la congruencia ética, el maestro de maestros está obligado a deslindarse del ingeniero Cárdenas, de las acusaciones de traición que pesan sobre éste, relativas a su pacto secreto con Salinas de Gortari en 1988 y a su actual y renovada alianza con los intereses del salinismo.

    De lo contrario, si Gilly no cumple con ese mínimo requisito moral, sus agudas observaciones, como las lamentables declaraciones de Cárdenas, serán simple papel mojado, letra muerta, bolas de humo, tornillos sin tuercas. Mañana, después del desfile militar, empezará la Convención Nacional Democrática. Y más tarde, a la nochecita, nos veremos aquí para comentar lo que haya sucedido.



    0 Comentarios:

    Publicar un comentario

    Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

    << Página Principal