Antes de que todo acabe...

Un espacio para la reflexión: "Los límites del lenguaje de una persona son los límites de su mundo..."

martes, septiembre 19, 2006

¿¡ Imaz, NO !?

Interesante análisis de Jaime Avilés en su colaboración en La hora del pueblo:

A LA NOCHECITA
...con Jaime Avilés

=Carlos Imaz debe permanecer en la CND: basta de puritanismo pro Televisa

Desde la esquina que forman las calles de 16 de Septiembre y 5 de Febrero nació, el sábado en la tarde, el grito contra Carlos Imaz, que repetía: "¡Imaz no!, ¡Imaz no!". Aunque pudiera parecerlo no era espontáneo. El nombre del ex dirigente estudiantil y ex delegado del Gobierno del Distrito Federal en Tlalpan era legible en un pequeño impreso, distribuido por los organizadores de la Convención Nacional Democrática con el fin de anticipar al público las propuestas para integrar las comisiones de trabajo del nuevo organismo de resistencia civil. Y con toda anticipación, manos interesadas prepararon el golpe en su contra.

La manipulación surtió efecto. Las dos palabras, "¡Imaz no!", lograron avanzar, coreadas por muchas otras personas, hasta el centro del Zócalo y hacerse audibles en toda la plaza. Pero esto no significa desde luego que tuvieran razón. ¿Por qué Imaz no?

Televisa puso en marcha una campaña de linchamiento en contra de Andrés Manuel López Obrador que empezó el primero de marzo de 2004 con la exhibición, en el programa de Joaquín López Dóriga, de un video grabado en el hotel Bellagio de Las Vegas, en el que aparecía Gustavo Ponce, jefe de finanzas del gobierno de la capital, apostando fuertes sumas de dólares.

Dos días después, la mañana del miércoles 3, Brozo difundió un segundo video en que el empresario Carlos Ahumada le entrega un portafolios con mucho dinero a René Bejarano. El golpe siguiente fue en contra de Ramón Sosamontes y de Imaz. La mecánica de Ahumada, ya se sabe, consistía en videograbar a todos los que pasaban por sus oficinas de San Angel, entre ellos, Ciro Gómez Leyva, que allí recogió, se dice, apoyos en especie para CNI-Canal 40.

¿Quién llevaba a los "clientes" de Ahumada hasta ese lugar? En el caso de Imaz y de Bejarano fue Rosario Robles. Ella estaba en el complot contra López Obrador y formaba parte del proyecto del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas para impedir que el Peje llegara a la candidatura presidencial.

Una vez que la ofensiva de Televisa fracasó, pues no pudo sacar de la cancha a López Obrador, Imaz y Bejarano renunciaron a sus cargos y fueron sometidos a proceso penal. Bejarano pisó la cárcel. Imaz no. El juez que lo procesó no lo encontró culpable de delito alguno. De todas maneras, él decidió colocarse al margen de los reflectores de la política y se encerró en su casa a escribir para no interferir con la lucha electoral. Pero hoy el movimiento se encuentra en una nueva etapa.

A diferencia de Bejarano, que regentea cooperativas de taxistas y solicitantes de vivienda, Imaz no hace política clientelar, no reproduce en su práctica cotidiana los viejos esquemas de trabajo que le dieron cohesión y longevidad al modelo autoritario del PRI. Es un académico, un científico social y de un tiempo a la fecha un escritor de novelas, de ningún modo un gangster, y está felizmente casado con Claudia Sheinbaum, una de las colaboradoras más importantes y eficaces del primer círculo de Andrés Manuel.

Imaz ya pagó su cuota de ostracismo por haber cometido el error de aceptar, de parte de Ahumada, un apoyo en efectivo, groseramente envuelto en una bolsa de plástico del súper. No era dinero para financiar negocios turbios sino para hacer campaña electoral. Basta ya, entonces, de puritanismos facciosos. Imaz fue víctima del odio de clase de Televisa y de quienes no le perdonarán jamás haber encabezado el movimiento estudiantil de 1986-87 que impidió la contrarreforma de la UNAM.

El caso de Carlos Imaz exige una revisión que debe empezar por el principio: la derogación moral que se le imputa la promovió Televisa, una empresa que dos años y medio después de marzo de 2004 no puede negar que la difusión de aquellos videos de Ahumada no perseguía el fin de sanear la vida pública sino, al contrario, de sentar las bases para dar un golpe de Estado contra el cual millones de personas actualmente están luchando. Marginar a Carlos Imaz de ese movimiento es darle la razón al enemigo.

Verónica Petrowitsch observaba que "la izquierda siempre aplica la ley, en primer lugar, contra ella misma". Imaz debe permanecer en el puesto que le dio la CND.

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